sábado, 20 de octubre de 2012

¿Blancos del futuro? 4 Monos Albillo 2010.

     En el convulso panorama vinícola español actual, hay varias zonas y variedades que podemos considerar "emergentes". Hasta hace poco nadie reparaba en ellas, y hoy por hoy son realidades de éxito, algunas a nivel internacional. En realidad, tienen casi mas reconocimiento fuera que dentro de nuestras fronteras. Sobre todo destacan dos: Las garnachas provenientes de la Sierra de Gredos, y los tintos de Galicia, con sus abanico de variedades (Brancellao, Bastardo, Merenzao, Caiño y Loureiro tinto, Mencía, etc). Hoy a muchos aficionados les suenan nombres como Jiménez – Landi, Marañones, Algueira, Goliardo o Guímaro. La crítica nacional e internacional ya los encumbra como grandes vinos a descubrir.
     Mientras se produce esta revolución de tintos ligeros y fáciles de beber, a la vez que complejos y con mucha personalidad y expresión de terruño... ¿qué pasa con los blancos? Desde luego, ninguna zona o varietal goza de este reconocimiento mediático que beneficia a los mencionados anteriormente. ¿Pero hay algún blanco tesoro escondido, esperando ser descubierto? ¿o alguna novedad, como el tempranillo blanco en Rioja? El patrimonio de viñedos viejos de varietales blancos no es en España, ni por asomo, el mismo que de variedades tintas. Pero sí que, entre esas parcelas centenarias existía la tradición de tener uva blanca. En la ya mencionada Sierra de Gredos, entre las parcelas de viejas garnachas, hay viejas cepas de una variedad que se postula con un gran futuro para la elaboración de interesantísimos vinos. Me refiero a la Albillo.
     Se ha hablado de ella hace poco, que sí es la misma que en Manchuela (que no lo es), que si tiene algo que ver con el albillo de La Palma o con la de Almansa... La que nos ocupa es la Albillo Real. De racimos pequeños y brotación temprana. Resistente a plagas, y sensible a heladas. Y con la que 4 monos viticultores elabora este vino. 4 monos, 4 aventureros, David, David, Laura García y Javier García que se establecieron aquí y trabajan con viñedos viejos en Cadalso de los Vidrios. Uvas procedentes del Paraje Loncha de los Huertos, es su primera añada en blanco, hasta donde yo sé. Cultivado con preceptos de agricultura ecológica y vendimiado a mano. Criado en barricas de roble francés usadas, donde permaneció con sus lías 10 meses. Color amarillo intenso. La nariz también es bastante expresiva; Flores secas. Membrillo y chirimoya. algo de naranja. Anisados, miel de flores. Algún recuerdo de manzanilla. Tostados y vainillas que evidencian esos meses en barrica y lias. Y alguna nota mineral también. La boca es aún más interesante. Amplia, glicérica, seca. Es cálido, probablemente por sus 15 grados de alcohol, pudiendo dar una sensación algo golosa, pero con un punto mineral, salino. Tal vez es una locura, pero me recuerda a algún Chenin, aunque sin el mismo nervio. La acidez de este 4 monos en correcta, aunque su persistencia sí es muy destacable. Si en unos meses la barrica se integra un poco más, será todavía mejor.
     Muchos de los inquietos y dinámicos viticultores de la Sierra de Gredos ya están dando muestras de lo que la albillo es capaz. 4 monos es uno de ellos, que se le suma a los de Bernaveleva, Marañones o Jiménez-Landi. Cuando la experiencia se sume al indudable talento de todos ellos atesoran, yo creo que sí, que estaremos ante algunos de los futuros blancos más auténticos y característicos que, en España, cuando queramos salir de verdejos y albariños, podamos beber.
      De momento, a esté y a otros, ya los podemos disfrutar. Y mucho. (85/100)