lunes, 11 de junio de 2012

Albet I Noya 3 Macabeus 2011

Desde la reciente creación de este blog, mi objetivo ha sido hablar de los vinos que me emocionan, de aquellos que me transmiten una vibración especial, que sincroniza con la de mi ser. Y esos son muchas veces, grandes vinos. Pero también hay vinos que son de puro disfrute, sin tantas pretensiones, que se expresan con franqueza y sencillez, y en muchos casos, son los que sostienen en lo económico a aquellos vinos de emoción. Hablo de  vinos para beber. De vinos que me gustan mucho. Y sobre los que también quiero escribir.       
            Hablar de Albet i Noya es hablar de por supuesto de agricultura ecológica. Y eso es hablar de respeto y amor por la tierra. Josep Maria Albet entendió ese casi antes que nadie, como mimar el terruño en el que su familia llevaba 4 generaciones. En el Penedès, el la zona conocida como Costers d’Ordal, tres viñas de macabeo dan origen a este vino. Viñas de alrededor de 50 años, en vaso, y que solo mencionan con el comercial nombre de “viñas viejas”, pequeñito, en la contraetiqueta. La que, por cierto, aún habla de las características de la añada 2008, pequeño fallo a corregir. Tres viñas que dan ahora lo mejor de sí, en su madurez. Históricamente se utilizaron para la elaboración de cavas, pero, justamente por su expresión, se decidieron embotellar así, como son, sin que una segunda fermentación cambie su carácter. Raíces casi medio siglo que se hunden en un suelo argilo – calcáreo rico en magnesio, que aporta frescura y mineralidad. Bajos rendimientos, respetando lo que da la naturaleza.  Maceración en frío y fermentación lenta, con levaduras autóctonas, y a baja temperatura.
            La expresión pura de un suelo, un clima, una añada y una variedad. Sin maquillajes. Color pajizo. Nariz frutal, intensa, tan típicamente varietal, de manzana verde. Franco, fácil. Peras y algún cítrico. La discreta mineralidad de l’Ordal. Hierba fresca, y algo de hierbas de monte e hinojo. Una boca con un carbónico aún vivo, y excelente acidez.  Sensación de volumen. Fantástica persistencia, magra y ligeramente amarga, gastronómica, para estos meses de calor que se aproximan.
            Un blanco para explicar lo que la macabeo debe ser, sin artificios, con una excelente relación calidad - precio. Un vino honesto. 85/100

No hay comentarios:

Publicar un comentario